P: Estados Unidos está haciendo múltiples esfuerzos por lograr acuerdos comerciales con muchos países; en estos momentos las negociaciones de Ecuador y Colombia están adelantándose, ¿qué podemos esperar de estos acuerdos los ciudadanos comunes y corrientes?
R: Pienso que ustedes deberían estar muy preocupados. En la década posterior a que México suscribiera un tratado de libre comercio con Estados Unidos, los salarios cayeron y el ciudadano común y corriente resultó perjudicado. Eso contrasta con los índices de rápido crecimiento económico que experimentó a comienzos del nuevo siglo. Los productores de maíz se ven afectados al tratar de competir con el altamente subsidiado maíz norteamericano. Entonces, cuando uno reconoce lo que sucede de verdad, se da cuenta que estos acuerdos comerciales no son de muchos, de dos partes, sino que son acuerdos de una sola vía. Y eso no es sorprendente, ¿quién tiene el poder? Todo el poder está del lado de los Estados Unidos, y usa ese poder no de una manera justa, para promover un acuerdo comercial justo, sino uno que solo sirva a sus propios intereses.
P: ¿Sobre qué aspectos debemos preocuparnos más?
R: Lo que más me preocuparía, y lo he visto en acuerdos con Marruecos y otros países, es que Washington usa su poder para beneficiar a las grandes compañías farmacéuticas, lo que quiere decir que la gente en Marruecos va a tener menos acceso a medicamentos genéricos. Lo que estoy tratando de decir es que drogas que salvan vidas no van a estar disponibles si se lleva a cabo ese autodenominado acuerdo de libre comercio. Este es tan solo un ejemplo de cómo y por qué Ecuador se va a ver perjudicado.
Tomado del Diario El Universo de Junio 27/04